Este blog esta diseñado con varios temas de interés, próximamente agregaré más temas, espero y lo disfruten
lunes, 5 de septiembre de 2011
LA EDUCACIÓN
Nadie, como la republica, se ha preocupado tanto por educar; nadie ha dado al oficio de maestro esta dignidad máxima que consiste en considerarlo como el más bello del mundo.
La escuela se ha vuelto una institución débil. Hay crisis de la escuela, de la enseñanza y de la relación maestro-alumno. Hemos renunciado a “imponer” la “autoridad”, el alumno está a menudo apoyado por su familia en sus comportamientos desordenados.
Ser maestro es el más bello oficio del mundo; su misión es permitir a todos apropiarse de los conocimientos. Ser profesor ya no es una promoción; tenemos maestros mediocres, faltos de vocación. No todo el mundo hace el mismo trabajo, y debe haber justicia. Una parte del salario debe ser atribuida en función del mérito y la promoción debe depender de los resultados. El saber académico ya no basta, se necesita profesionalismo.
Ya es tiempo de impulsar, en el mundo de la enseñanza, una reflexión sobre la educación, volver a dar a los maestros la conciencia de su importancia en una sociedad que no es una vasta empresa, sino que debe orientarse hacia la cultura de la libertad y la voluntad de eficacia.
(cit. Ikram Antaki, 2000)
LOS MEDIOS
Los medios eran un contrapoder; hoy se están transformando en poder. ¿Acaso vamos a pasar de la tan anhelada democracia a una mediocracia?.
Los medios que, con algo de arte, convence a los hombres tanto de una verdad como de su opuesto. El debate público se ha vuelto indigente; la razón de tal pobreza es, la mayor conquista de la modernidad. Los medios masivos de difusión son un canal abierto a la expresión democrática, pero no deben ocupar todo el terreno de la practica democrática.
Hoy, algunos países del antes llamado tercer mundo, hablan de libertad de expresión de los medios masivos de difusión, sin tomar en cuenta que su propia estructura deja poco acceso a la democracia; los medios representan hoy un poder a veces mayor que aquel que pretende combatir, hoy los medios deciden lo que merece existir o lo que puede caer en el olvido.
La política y sus hombres son las víctimas más claras de esta evolución. Vemos surgir a un nuevo tipo de hombres públicos: inquietos, angustiados por la opinión. El recurso a los impulsos y a la emoción general la mediocridad intelectual y el rebajamiento del poder político. Corremos el riesgo de pasar de un régimen político con pretensiones democráticas a una nueva tiranía.
(cit. Ikram Antaki, 2000)
EL PODER
El poder es hijo de la depredación; somos animales, y somos depredadores.
Según la definición de Jean Bodin, la soberanía es una potencia absoluta y perpetua, una dignitas que sobrevive en la persona física de su portador.
El cuerpo político del soberano no sólo representa la continuidad del poder, sino un “más” que, a través de la imagen, se aísla y se transmite al sucesor en un ritual inamovible.
Se quiere un presidente humano al cual se puede identificar, a la vez que alguien capaz de radiar luz dese lo alto de su pedestal.
La ideología democrática quiere la independencia del derecho; pero esta independencia es asunto de estatuto, no garantiza la imparcialidad ni la prudencia, y los magistrados no están vacunados contra la pasión, el prejuicio, la pereza, la incompetencia y el error.
Este mundo de transparencia ha sido descrito por Eisenstein en La casa de vidrio, y concluye así: “Es imposible continuar sin romperla”.
Quiero ver en aquel que me gobierna a un promotor de las virtudes de la permanencia, un abogado de los valores de la nación, de la seguridad, de la autoridad, de la transmisión.
(cit. Ikram Antaki, 2000)
LA PENA DE MUERTE
Frente a la violencia cotidiana, la reacción es, muchas veces, violenta. Somos un país que ha abolido la pena de muerte; sin embargo, muchas voces piden restablecerla.
La muerte, aquella que prodiga la justicia de los hombres, es un tema demasiado sagrado como para no ser tratado con respeto.
Durante miles de años, en todos los países, el castigo supremo fue la pena de muerte, matar al que mato era un acto justo y moral.
Los códigos mas antiguos que poseemos, como el de Mesopotamia (hacia 2080 a.C.), muestran los pasos de la venganza privada hacia la justicia del Estado. El código de Hammurabi (1700 a.C.) menciona la pena de muerte 34 veces; las formas eran: ahogar en agua, quemar con fuego, empalar; las razones eran: el homicidio, el adulterio de la mujer, el incesto, la brujería, el robo, etcétera.
Para limitar los errores judiciales se instauró la obligación de presentar varios testigos…
La tradición frena el progreso del derecho. En el siglo XVIII, no menos de 115 delitos eran castigados con la muerte.
La sociedad debe tomar medidas para evitar que se cometan crímenes, impedir la laxitud de las leyes, la permisividad, la sensiblería: existen penas de sustitución. Un error judicial es siempre posible; a la vez que existe la posibilidad de que el criminal no sea responsable.
¡Nosotros no matamos! Pero podemos defendernos con buenos castigos.
(cit. Ikram Antaki, 2000)
VIOLENCIA
Hablamos sin cesar de inseguridad y hablamos de violencia. Ésta puede parecer una atmósfera que cubre la nación, o una vivencia de la gente común en la ciudad.
Son la escuela y el ejército los que lograron hacer retroceder la violencia.
No hay libertad sin leyes y sin un Estado-árbitro para hacerlas respetar, detrás de la historia de la violencia, se perfila la historia del Estado.
Cuando la reglamentación sobre la detención de armas no es suficientemente severa, la violencia crece.
¿En qué punto nos encontramos en México, en relación con este esquema?
Nuestra supuesta dulzura tampoco impidió que la revolución cobrara la vida de la quinta parte de nuestro país. Todos los pueblos son violentos en un momento dado, y todos son educables, ¿quién educa? El Estado.
Las cifras estadísticas demuestran que México de 1930, el mismo grado de violencia que el de la población negra americana hoy. Cincuenta años mas tarde, la violencia mortal había disminuido más del 50%. ¿Por qué? Por que la revolución Mexicana había llevado al reforzamiento de un Estado centralizador.
Debemos precipitarnos para cerrar las puertas de la violencia. Podemos reconciliarnos antes del enfrentamiento. La ventaja de una posición moral histórica no justifica ni modifica la destrucción de una nación.
¿Qué es lo que ha fallado entre nosotros?, ¿la corrupción desatada?, ¿la injusticia social?, ¿un Estado que ha dejado de desempeñar su papel pedagógico? Todo. (cit. Ikram Antaki, 2000)
LA REBELDÍA
Los jóvenes de hoy sueñan con la gesta de sus padres: la “revolución”, la rebeldía de 1968; y tratan de repetirla a su manera.
Dice Jean Baudrillard: “toda tentativa de reeditar un evento es un contrasentido”
No buscábamos la democracia que el poder nos negaba. Teníamos por la democracia un desprecio infinito: era asunto de la burguesía; nosotros queríamos la revolución. Aquel que llamaba a la calma era un traidor.
Hans Jonas, “saber convertir el entusiasmo por la utopía en entusiasmo por la moderación”.
Debemos establecer distinciones entre autoridad y dominación, negarnos a tomar el partido de la sociedad en contra del Estado, quitar a la “majadería” el prestigio de la irreverencia, dejar de alimentar el odio.
(cit. Ikram Antaki, 2000)
CONFORMISMO SOCIAL
A menudo hablamos de “poder”; pero debemos tener conciencia de que existe un poder mayor que el político, el militar o el económico: es el poder de la presión social.
Existe una forma de autoridad: es el conformismo “ las palabras son viento y el viento empuja el mundo”(cit. George Bernanos).
Un pensamiento que no se expone no puede adquirir autoridad. La opinión contraria a lo que se repite no se atreve a expresarse; la presión oculta, peligrosa, despreciativa, logra acallar a la gente.
Si el individuo no está reconocido, es considerado como un extraño y se retrae, así que tiene que escoger entre el desamparo, o caminar al mismo paso que los demás.
Una mayoría puede ejercer una presión intelectual y social sobre una minoría; pero puede ocurrir lo contrario si una opinión se manifiesta con fuerza a pesar de ser minoritaria. La conciencia moral es esencial y frágil, depende de fenómenos irrisorios, está condicionada por cosas inestables, mucho menos noble que ella.
(Cit. Ikram Antaki, 2000)
LA MENTIRA
Si es cierto que la mentira es un hecho de civilización, entonces quizá seamos el pueblo mas civilizado del mundo. Pero la mentira puede destruir la civilización, porque destruye las relaciones humanas.
La mentira es una técnica mágica, un falso control sobre la realidad. El hombre domina su destino transformando su medio y transformándose a la vez; en lugar de este dominio, el mentiroso se complace en una realidad ficticia.
La mentira es una ilusión de poder, a falta de poder real; destruye cualquier posibilidad de construcción social.
En México vivimos en un universo donde nada garantiza la primacía de la verdad en relación con la mentira: mentimos sin cesar; mentimos porque no hay razón para decir la verdad.
“Los hombres falsos son aquellos que tienen a la vez un saber y una capacidad”(cit. Platón); “Es con la verdad como hay que evitar la mentira, es con la verdad como hay que desenmascararla, es con la verdad como hay que matarla”(cit. obispo Hipona, San Agustín).
Pero, ¿ qué es mentir?: mentir consiste en decir lo contrario de lo que se piensa, no de lo contrario de lo que es.
“¿Qué es esta pobre razón humana que nos lanza al error, logra oscurecer el instinto moral, erige en absoluto la ausencia de todo principio?” se lamentó un día Emmanuel Mounier.
(cit. Ikram Antaki, 2000)
(cit. Ikram Antaki, 2000)
LA PAZ
La obligación mayor del vivir juntos lleva a la preservación de la paz. No hay vida sin paz, por lo que no hay justicia ni libertad sin ella.
La paz necesita ser proclamada; el tratado no garantiza la duración de la paz, pero prevé sanciones contra los violadores. Ninguna paz está garantizada.
La paz no es la decadencia de las fuerzas: es paciencia, impide reaccionar inmediatamente ante una seducción o ira, suspende la decisión; exige lentitud, suspicacia y resistencia.
La paz no es supresión de la violencia, sino contención de la violencia; la declaración de paz aún no es la paz; la paz nunca debe tratar de suprimir las diferencias: debe mantener la distinción entre el amigo y el enemigo; pero respeta las diferencias. La paz sólo puede combatir por medio de la astucia; debe reinar sobre el vicio, no sobre la virtud.
La idea de paz tiene por fundamento el interés moral. Hay que mostrar las dificultades de su realización, no debemos decir que basta con querer para poder; es lo que Scheller llama “el heroísmo tranquilo de la vida cotidiana”.
(cit. Ikram Antaki, 2000)
(cit. Ikram Antaki, 2000)
LA ASTUCIA
Existe una forma de inteligencia que los griegos llamaban metis; es la inteligencia del tejedor, del carpintero, la maestría del navegante.
El hombre con metis está siempre dispuesto a saltar; es rápido, mas no impulsivo; espera que la ocasión se presente; no lo pueden sorprender: es previsor.
El hombre con metis está en el mundo de las apariencias; su vocabulario lo asocia con las técnicas: tramar, tensar, tejer; es oblicuo, tortuoso, ambiguo, por oposición a lo derecho.
No hay supremacía sin lucha, injusticia, traición, ruptura en la trama del mundo. Esto inscribe en el ser, la presencia del mal.
Metis sabe más cosas que cualquier otro dios u hombre; conoce todos los abismos, abre caminos donde aún no los hay, en el espacio virgen del mar y en el mundo de los navegantes.
(cit. Ikram Antaki, 2000)
(cit. Ikram Antaki, 2000)
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